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Motochi50: La historia de la motocicleta chilena

PorKarla Riquelme Vargas 26 mayo 2022

Fotografía Motochi50 / Archivo personal de los diseñadores e investigadores Mauricio Vico, Juan Carlos Lepe, Mauricio Tapia y Rubén Dazarola.

Los setentas fueron una época muy prolífica para el diseño industrial chileno que por sus características político económicas permitieron la creación de objetos y diseños nacionales únicos como la Motochi 50 de la empresa Motocicletas de Chile SA, creado y diseñada por el ingeniero industrial Eduardo Alvear. Su primer modelo, la Motochi 50 nace en el año 1972 como una solución desde la empresa privada para facilitar y hacer más económico el transporte ciudadano, ante la agitación de la época, el elevado precio de los automóviles y las listas de espera para adquirirlos.

La Motochi50 tuvo un modelo de producción, distribución y venta bien particular para la época, que corresponde a lo que hoy se denomina como diseño distribuido, una producción descentralizada, con diseños entregados a distintos proveedores externos para sus distintas piezas y la creación de una empresa para su armado y ensamblaje (Solutec Ltda.) y una para su comercialización (Motocicletas Chilenas Ltda.), así “la armaduría sería totalmente móvil” como dijo Alvear al investigador en diseño Hugo Palmarola (Libro 100×100, editado por Patricio Pozo). Estas estrategias fueron diseñadas por Alvear y sus socios para evitar la interrupción de la producción en el caso de intervención estatal de las empresas, además de evitar los altos costos de crear matrices o importar algunos elementos.

Esta motocicleta pudo ser casi en su 100% fabricada en Chile, aprovechando la fuerte política de industrialización que incitaban la producción nacional de piezas y repuestos en distintas industrias, como la automotriz. El mismo Alvear había sido gerente de Rockwell Standard, fabricantes de  componentes para automóviles (resortes), y luego se asoció con Patrick y Pérez Ingenieros Ltda., una pequeña empresa de mecanizado de precisión que fabricaba componentes para la industria automotriz, “especialmente piezas mecanizadas: tambores de frenos, masas de ruedas, piezas de suspensión y cuyos clientes eran las armadurías de automóviles que había en Chile en aquella época: Chrysler, Fiat, Ford y Simca”, según el artículo escrito por Mauricio Vico, Rubén Dazarola, Juan Carlos Lepe y Mauricio Tapia, “Motochi50, la única moto diseñada en Chile: un emprendimiento privado en una economía en crisis. 1972-1974” para la Revista 180  de la Universidad Diego Portales en el año 2020.

Motochi50: La historia de la motocicleta chilena

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Motochi50: La historia de la motocicleta chilena

Logo de Motocicletas Chilenas en una Motochi50 azul ©Pablo Sepúlveda

Eduardo Alvear fue quien tuvo la idea y la llevó a cabo en todos sus procesos, desde el diseño del prototipo, gestión y la comercialización. Se dice que fueron aproximadamente cinco meses durante los cuales llegaron a realizar tres prototipos, hata llegar al primer modelo de la Motochi 50. Las primeras diez fueron azules, luego rojas y después blancas, y con el tiempo incorporaron modificaciones y mejoras. La fabricación descentralizada juntó a varias empresas pequeñas de la época. Según cuenta el artículo anteriormente mencionado escrito para Revista 180, «la fabricación de la parte tubular de los chasis, de acero sin aleación alguna, fue delegada a la fundición artesanal de los hermanos Jorquera en de San Felipe; la producción de las masas de rueda y otras partes que requerían mecanizado de alta precisión a Saa–Cortés & Cía; el estanque y carenado (carrocería de la moto) se fabricaron en plástico reforzado con fibra de vidrio por parte de un pequeño productor local: Empresa Metalúrgicas e Industriales Sylleros S.A., que hacía este trabajo de forma semiartesanal; el carburador era de marca Bing, firma que en su tiempo abasteció a los fabricantes de motos alemanas como BMW, Maico, Horex, DKW y NSU; el manubrio y las manillas eran de industria nacional, al igual que los frenos».

Los neumáticos Dunlop y el motor eran lo único importado de la Motochi, los tres modelos utilizaron un motor Sachs de 50 cc. (alemán), con cuatro velocidades que alcanzaba hasta 60 km/h aproximadamente.  Su fabricación no estuvo exenta de problemas, el estanque de fibra de vidrio que generaba un riesgo al producir fugas de bencina, por la degradación de la fibra de vidrio con la bencina. Y se la consideraba una motocicleta dura para conducir, ya que sus amortiguadores eran para vehículos de mayor peso.

El lanzamiento lo realizaron en la FISA del año 1972 y tuvo bastante llegada, según algunas fuentes dicen que se vendieron del modelo Motochi50 entre 1000 a 2000 unidades y luego se crearon dos modelos más, la Motochi Donkey y Motochi Lola, destinado para un público más juvenil, con un modelo verde renovado. Con el golpe de estado y la apertura a las importaciones en la dictadura Motocicletas Chile empezó a cesar su producción pues no podía competir con las motocicletas japonesas que llegaron, económicas y con mayor tecnología. Se dice que la última producción fue entre 1975 o 1977. Hoy la Motochi es parte del patrimonio industrial chileno o como dice Palmarola parte de la «arqueología industrial» y ha sido objeto de varias investigaciones, pues es un producto que refleja una época. Incluso ha inspirado un proyecto en el curso de Diseño de Producto el año 2017, liderado por el profesor Mauricio Tapia de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, llamado Motochi- E donde se rediseñó la Motochi con un motor eléctrico, junto con una nueva carrocería se puede ver parte del proceso en el Instagram @motochifau.

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