The Sustainable Darkroom: definiendo nuevos parámetros para la fotografía análoga
Fotografía hecha con revelador basado en cedrón, durante el Workshop realizado por Hannah en el Taller de Emulsiones Fotográficas en Santiago de Chile, Noviembre 2024. Tomada por una de las participantes del workshop en una caminata fotográfica. ©The Sustainable Darkroom
¿Es posible cambiar los sistemas por los cuales opera un laboratorio fotográfico? Esa fue la pregunta que se hizo Hannah Fletcher, artista visual británica cuando su práctica de fotografía análoga comenzó a interferir con la ética con que estaba viviendo – y con la quería vivir-. Una vida que respete el lugar que se habita, de bajo impacto en el planeta, sin plásticos, reciclando, evitando el desperdicio de comida, etc. Esa búsqueda por alinear su práctica artística con su ética personal marcó el inicio natural del proyecto The Sustainable Darkroom (El Cuarto Oscuro Sostenible), una organización sin fines de lucro que investiga, crea y enseña fórmulas de baja toxicidad basadas en plantas para el revelado de rollos fotográficos y la ampliación de imágenes. Utilizando los principios activos de diversas plantas e ingredientes domésticos de baja toxicidad, van logrando que el ciclo de la fotografía y el cuarto oscuro pueda pasar de un proceso químico tóxico a uno de menor impacto en el medioambiente (con una rápida biodegradación).
Lo que partió como una inquietud de Hannah fue creciendo con el interés de otras personas que también compartían esa preocupación y se sentían atraídos a conocer e investigar cómo la naturaleza puede proveer sus propiedades para que el laboratorio fotográfico pudiera ser operado desde otras lógicas, desde sus materias primas -reveladores de películas y otros formulas para papel fotográfico, etc- a un marco de funcionamiento ecológico, que conecta con la crisis ambiental que estamos viviendo, alejado de la lógica comercial. De hecho, ya existían practicantes trabajando para desarrollar recetas y reveladores en base a plantas. Con el apoyo del Colectivo de Fotografía Alternativa de Londres (que Hannah co-dirige) realizaron una residencia con 10 artistas y fueron sentando las bases de lo que querían lograr «cómo definiríamos, pensando en la sostenibilidad dentro de la fotografía análoga, cuáles recursos y información ya estaban disponibles, que ya podíamos empezar a aprender, difundir y construir», cuenta Fletcher.
The Sustainable Darkroom (cuarto oscuro sustentable) ha crecido exponencialmente de forma muy orgánica desde 2019, logrando un alcance internacional. Con los años se han ido transformando una comunidad, un colectivo no jerárquico -sin intención comercial- donde se comparten conocimientos y experiencias desde las distintas miradas de sus miembros. Su equipo base es de tres personas, Ed Carr, co-director y artista británico que adapta los procesos fotográficos sostenibles a la imagen en movimiento, y Alice Cazenave, artista fotográfica e investigadora que actúa como asesora. Ellos junto con Hanna gestionan esta organización que propone y difunde abiertamente los conocimientos de una nueva forma de hacer fotografía, con procesos más sostenibles, y que piensa la relación entre esta práctica artística y la ecología. Han realizado workshops en Inglaterra y distintos países del mundo, incluso en Chile, donde Hannah vino a fines del 2024 a dirigir un taller intensivo para cambiar la práctica y laboratorio del proyecto La Pieza Oscura de Josefina Astorga, artista visual y fotógrafa. Además, realizan residencias artísticas y organizan exposiciones y ponencias donde invitan a pensar el lugar de la fotografía en la ecología y la relación entre ellas. También han ideado nuevas formas de sostener el proyecto con libros y los recientemente lanzados cursos online que si te interesa puedes ver desde su página www.sustainabledarkroom.com
Quisimos entrevistar a Hannah Fletcher para que nos cuente en más en detalle cómo trabajan con plantas en el cuarto oscuro sostenible, su experiencia y visión para un futuro más ecológico para la fotografía y el arte de la imagen.
RM: Ahondando en la parte más técnica, ¿qué características deben tener las plantas para poder revelar y fijar una imagen? ¿Cómo lo van investigando?
HF: Las plantas no son capaces de revelar y fijar una imagen por sí solas, gran parte del poder reside en otros componentes, lo cual es fundamental reconocer, ya que no queremos difundir la idea de que todo es obra de las plantas. En la mayoría de las recetas de revelador que enseñamos, éste se activa con vitamina C (ácido ascórbico) y las plantas intervienen para modificarlo. Desempeñan diversas funciones actuando como conservantes dentro del revelador y como reductores de manchas, reduciendo la cantidad de manchas que sino el ácido ascórbico dejaría en la película.
También pueden acelerar el revelador, para igualar tiempos con lo que veríamos en reveladores comerciales. Los ácidos fenólicos extraídos de materia vegetal puede trabajar en combinación junto al acido ascórbico para actuar como un agente de revelado mucho más rápido. Esto funciona de una manera similar a la química de la fotografía comercial, donde típicamente se utilizan dos agentes de revelado dentro del revelador, pues desempeñan funciones ligeramente diferentes. Algunos, por ejemplo, darán tonos de alto contraste y se revelarán muy rápido, mientras que otros darán una escala de grises mucho más tenues y amplia y su revelado podría ser algo más lento. Por lo tanto, al hacer un revelador, ya sea de baja toxicidad o basado en petroquímicos, siempre se busca el equilibrio entre la interacción de los agentes para lograr la combinación ideal de contraste y una amplia gama tonal.
Básicamente así es como las plantas entran en escena, completan el revelador para que alcance un estándar similar e igual de bueno que un revelador comercial. Pero si pensamos más allá de la función puramente técnica de las plantas en la química, podríamos reconocer otras tipos de valor que nuestras plantas aportan al proceso. Ya sea en la construcción de relaciones, en el ámbito filosófico o espiritual; estos aspectos también son fundamentales para nuestra enseñanza e investigación. Ninguno de los que dirigimos la organización, ni Edd ni yo, tenemos formación científica y hay gente con mucho más conocimiento científico puro de los reveladores de baja toxicidad. Pero dentro de The Sustainable Darkroom, somos más bien un puente que une estas diferentes formaciones de conocimiento.
No queremos que nuestra comprensión y nuestro enfoque provengan de una perspectiva puramente científica, sino que creemos que es fundamental considerar el papel más amplio que el trabajo con plantas en la química tiene en la práctica profesional. Esto podría ser tan simple como que alguien esté más informado sobre su entorno local, que sea consciente de lo que realmente crece en ese lugar, que pueda nombrar las plantas, que comprenda cómo buscarlas de forma sostenible, qué necesitan para crecer y prosperar, de modo que siempre estén ahí para que las use en su práctica fotográfica. Y luego, ¿cómo continúa esa historia tejiendo esa relación con la obra que el espectador ve y con la obra que crea? Realmente lo que hacemos se trata de combinar todos esos elementos junto con el conocimiento técnico.
RM: ¿Cuáles son las particularidades del proceso de desarrollo y ampliación basado en plantas, en términos de imagen o estética visual? ¿Hablamos de un nuevo lenguaje fotográfico?
HF: Esto depende del profesional, de cómo trabaje con las plantas y también de con qué plantas trabaje. Por lo tanto, es perfectamente posible lograr una imagen en gelatina de plata en blanco y negro con un aspecto exactamente igual al de un revelador comercial. No se notaría la diferencia.
Igualmente, si se desea plasmar el carácter, el espíritu, la forma de vida de la planta en la materialidad de la imagen, se podría optar por trabajar con una planta que produzca una mancha intensa. También se podría optar por un revelador semisólido, es decir, que solo usa materiales como ceniza, pulpa vegetal y restos de café molido, este no funcionará como un revelador convencional porque es como un lodo, es como trabajar con un pastel de barro, el revelado puede ser un poco más fluido y se aprecia la materialidad del revelador semisólido al tocar el papel.
Es una cuestión de elección, como con cualquier proceso fotográfico o con cualquier otro material; en última instancia, se reduce a la elección artística y a cómo el profesional utiliza el conocimiento que le proporcionamos. Establecemos el marco para comprender los materiales, los procesos y las formas en que se pueden utilizar para que los profesionales los utilicen a su manera. No enseñamos una estética específica ni un único resultado visual sobre cómo se puede crear una imagen. Es muy similar a trabajar con la química convencional, pero con más posibilidades de exploración.
RM: A través de talleres, conferencias y exposiciones, su proyecto explora la relación entre la fotografía y la sostenibilidad, así como la capacidad de los creadores de imágenes para abordar temas de justicia social, crisis climática y la persistencia de prácticas asociadas a una mentalidad colonialista en nuestra relación con la naturaleza. ¿Cuál es su visión sobre estos temas?
HF: Se trata de integrar no sólo los procesos, sino también de inculcar la teoría y el por qué de estos procesos, la historia que queremos contar y cómo podemos activarlos, no solo para que funcionen positivamente, sino también para que refuercen el mensaje que queremos transmitir. En lugar de pensar en un proyecto, una obra o un mensaje que queremos transmitir como artistas visuales, vamos un paso más allá y pensamos: ¿cómo se alinean mis materiales, mis procesos y mis acciones con el mensaje que quiero transmitir? Entonces, ¿hay acciones que puedo elegir durante la creación de la obra que también hablen de esos objetivos más amplios, para que todo el proceso, de principio a fin, se vuelva consistente y significativo?
Eso significa que los proyectos toman más tiempo y que son un mayor desafío para pensar, pero en última instancia, creo que este desafío de alinear los objetivos del proyecto con la forma en que producimos puede llevar el trabajo de un profesional a otro nivel y ponerlo en una nueva relación con la creación. Pensamos sobre cómo la reciprocidad no tiene que ser siempre externa, puede ser una interacción que has tenido con el entorno. A cambio de esa interacción, puedes regar o conversar con las plantas de alguna forma, cuidar animales o llevar un regalo a una casa que haya sido parte de tu proyecto. Creo que esas son formas éticas y ecológicas de moverse por el mundo que no necesariamente tienen que ser una gran declaración de proyecto, pero de algún modo, son una forma de activismo porque desafían las maneras tradicionales de hacer las cosas. Pienso que todos esos pequeños actos políticos y sociales forman nuevas formas de ser más críticas, mientras simultáneamente abordan los grandes problemas que mencionas: cuestiones de justicia social, la crisis climática y la persistencia de prácticas asociadas a una mentalidad colonialista en nuestra relación con la naturaleza.
RM: Ustedes son generadores de cambio ¿Cuáles son los procesos o sistemas de fotografía analógica más contaminantes y sus consecuencias? ¿Qué procesos les interesa más cambiar?
HF: Las áreas de investigación dependen de cada individuo y de las oportunidades de financiamiento que hayamos solicitado como organización. Como profesionales individuales, Edd y yo solemos investigar temas específicos relacionados con nuestro trabajo. Por ejemplo, Edd trabaja actualmente en una alternativa de gelatina no animal para el recubrimiento de películas. Yo he estado analizando las relaciones entre el capitalismo, la petroquímica y la comercialización de la química.
Gran parte de la investigación se basa en el interés personal, las prácticas y los proyectos individuales de quienes forman parte de nuestra comunidad o realizan una residencia con nosotros. Hemos contado con profesionales creativos realmente brillantes que han trabajado con nosotros en residencias, y han trabajado en todo tipo de cosas, desde hongos que degradan papeles recubiertos de resina hasta intentar hacer impresiones de albúmina con aquafaba de garbanzo (que tradicionalmente son impresiones a base de clara de huevo). Hemos tenido profesionales que construyen cámaras solares, hacen película de imagen en movimiento a partir de algas marinas, extraen hierro de ortigas para introducirlo en una solución de cianotipia en lugar de las tradicionales sales a base de hierro, ¡y mucho más! Algunos de estos artículos de investigación están disponibles para su lectura gratuita en nuestro sitio web, en la sección de archivo. Así que cualquiera que desee profundizar en esta investigación es bienvenido.
Hay tantas ideas diferentes, locas y maravillosas que hemos apoyado y como somos una organización muy basada en las artes, es muy importante para nosotros celebrar estas formas quizás menos convencionales de formación de conocimiento, en lugar de seguir el tipo de ruta ambiental clásica de entender cuál es la sustancia más contaminante que llega al agua y cómo podemos reducirla.
En gran medida es un equilibrio. Estamos constantemente pensando en cómo colaborar con otras personas, no solo profesionales creativos, para ir más allá de la fase exploratoria y experimental creativa y poder poner en práctica las ideas, obtener datos sobre el éxito de algunos de estos experimentos y su impacto. Durante nuestras residencias, conectamos a los profesionales creativos con expertos en la materia y les ayudamos a acceder a equipos y dispositivos científicos específicos que puedan necesitar. Nuestro trabajo y nuestra oferta como organización evoluciona constantemente. Esperamos que sea en una dirección cada vez más impactante y que apoye el creciente movimiento.
En gran medida es un equilibrio, estamos constantemente pensando en cómo trabajamos con otras personas que no sean solo profesionales creativos para ir más allá de la etapa creativa exploratoria y experimental y poder llevar las cosas a la acción, obtener datos sobre si algunos de estos experimentos han tenido éxito y qué impacto están teniendo.Durante nuestras residencias, conectamos a los profesionales creativos con expertos en la materia y les ayudamos a acceder a equipos y dispositivos científicos específicos que puedan necesitar. Nuestro trabajo y nuestra oferta como organización evolucionan constantemente, esperamos que sea en una dirección cada vez mayor impacto y que apoye a este movimiento creciente.
Taller para realizar un cuarto oscuro sostenible en Leeds (UK) ©The Sustainable Darkroom. ©Joe Singleton
Quimigramas vegetales, se pinta el papel fotográfico con soluciones vegetales. ©The Sustainable Darkroom
El libro Back to Basics entrega información sobre recetas, pero también el planteamiento teórico de volver a conectar la practica fotográfica con la naturaleza. ©The Sustainable Darkroom
Alice Cazenave, artista fotográfica e investigadora, consultora de The Sustainable Darkroom durante un workshop.
Pesando una planta para hacer un revelador vegetal, la idea es aprender a trabajar con plantas locales para el laboratorio. ©The Sustainable Darkroom