El Diseño Olfativo de Paloma Espinoza: Despertando recuerdos y sentidos
Desde tiempos antiguos, el olfato ha sido un vínculo esencial entre los seres humanos y su entorno, utilizado en rituales y ceremonias para establecer conexiones profundas con el mundo. Hoy, el diseño olfativo no solo retoma esta herencia, sino que la transforma, situándose en la intersección del arte, la ciencia y la botánica.
Paloma Espinoza, con su proyecto Perfumería Botánica, explora el potencial del olfato como una forma de arte que trasciende la mera creación de perfumes. Sus obras no buscan simplemente complacer al olfato; evocan memorias, provocan reacciones y cuestionan la relación con el entorno. Para Paloma, el olor es un lenguaje que transmite historia, identidad y naturaleza.
Su proceso creativo comienza en la tierra, cultivando y recolectando hierbas y plantas aromáticas de manera sostenible. Cada planta es seleccionada por su fragancia única y luego destilada artesanalmente en alambiques, preservando la pureza de los aceites esenciales. Este proceso alquímico asegura que cada fragancia sea única, una expresión singular del lugar y momento en que fue creada.
El olfato, intrínsecamente ligado a la memoria y las emociones, es un aspecto central en sus proyectos sensoriales. Un aroma puede desencadenar recuerdos vívidos y transportar a las personas a momentos específicos. En sus talleres y Catas de Aroma, los participantes exploran sus propias historias y emociones a través del olfato, desafiando la noción del perfume como un simple lujo superficial y desarrollando fragancias confeccionados por ellos mismos a su medida.
La obra de Paloma abarca también otras dimensiones, donde se aparta de la estética tradicional del perfume para utilizar el aroma como una herramienta de expresión artística. Creaciones como ATMEN—una instalación que aborda la desertificación de los bosques nativos en el Wallmapu—, utilizan el olfato para comunicar un mensaje urgente y confrontar al público con realidades ambientales que suelen pasar desapercibidas.
El proyecto «Perfume Geográfico: Aromas de Chile» captura y preserva la esencia de los paisajes chilenos, destilando los aromas de la flora nativa en una exploración sensorial que conecta a las personas con su territorio. Cada fragancia es un retrato olfativo de un lugar específico, mapeando la geografía y la biodiversidad de Chile a través del olfato.
El diseño olfativo de Paloma Espinoza desafía las percepciones convencionales sobre el olor. En un mundo dominado por lo visual y lo auditivo, su trabajo nos recuerda que el olfato es un sentido poderoso, capaz de transportarnos a realidades que no podemos ver ni oír, pero que podemos sentir profundamente. Paloma no solo crea aromas; construye experiencias olfativas que conectan a las personas con el mundo de manera novedosa y provocadora. Conversamos con esta creadora sobre su trabajo, con el que redefine cómo entendemos y experimentamos el arte a través del olfato.
RM: El diseño olfativo a menudo se percibe como un campo menor en comparación con otras formas de arte. ¿Qué crees que se necesita para cambiar esta percepción y asegurar que el trabajo de los perfumistas sea reconocido y apreciado como una manifestación artística profunda y valiosa?
PE: Al vincularse tan directamente con la industria cosmética, el propósito se ha tornado meramente hedonista y comercial, aún es poco común encontrar propuestas estéticas en que el fin sea comunicar algo un poco más reflexivo o profundo. Dentro de la industria el perfumista queda sujeto a la propuesta de una marca, inhibiendo el desarrollo de una obra personal y genuina en términos creativos. Creo que este es el principal motivo, la perfumería masiva está completamente anclada a la industria comercial, con su foco en el placer sensorial y como referente de estatus. Especialmente en países como el nuestro en que no hay un desarrollo vasto en esta materia.
Se podría dar un paso a su validez en el campo de las artes, desconectando el diseño olfativo de la industria, cuando la composición de fragancias sea empleada para generar otro tipo de experiencias. Mi forma de trabajar pretende contribuir a liberar esta práctica de su encierro comercial. Proponiendo el diseño olfativo en diversas expresiones de arte, como un elemento que puede enriquecer una obra, como también serlo en sí misma.
En relación directa con otras formas de arte, hay que considerar que este es un arte efímero. Su material volátil y su diseño transparente nos permite vivenciar experiencias emocionales enormes pero momentáneas y fugaces. Es una herramienta de dimensiones indescifrables, que hasta ahora ha quedado opacada en este concepto de lo consumible.
RM: Tu proceso creativo comienza en la tierra, recolectando hierbas y plantas que luego destilas artesanalmente. ¿Cómo influye el entorno natural en la creación de tus fragancias y qué aspectos consideras más importantes al seleccionar las plantas?
PE: En algunos casos el proceso comienza en la tierra, directo con las plantas, esta es una de mis rutas favoritas, sin embargo la paleta de posibilidades es muchísimo más amplia cuando incluyo materias primas exóticas, que no podemos cultivar en Chile, con esto puedo lograr resultados más diversos y sofisticados. A mí me gustan ambas rutas, me apasiona el proceso completo, sembrar las plantas, teniendo en cuenta su sostenibilidad, esperar algunos años para que estén lo suficientemente maduras para extraer su aromas, ya que necesitamos grandes volúmenes para obtener un poquito de su fragancia. Por otra parte, observar cómo su olor se modifica según la temporada de cosecha, cómo influyen el secado, la fermentación y el tiempo de guarda. Disfruto estos elementos y genero un amor absoluto por el resultado.
Mi inspiración viene de diversos cruces con la realidad y claro, con experiencias humanas, desde un paseo por un bosque en que encuentro un tronco en descomposición, curioseo en su entorno aromático y luego exploro las posibilidades para crear y encapsular ese tiempo. Otro punto de partida ha sido la memoria de las personas que ya no están, rememorando sus gustos y el recuerdo aromático que tenemos con ellos. He tomado también elementos de mi infancia como una cabaña de ciprés de las guaitecas, la humedad de la Patagonia, las cáscaras de naranjas secándose sobre la estufa a leña, que también huele a madera quemada, el patchoulí en el cuello de mi madre y la lana de oveja en mi ropa, forman parte de acordes muy íntimos y cargados de sentido para mis diseños olfativos. He trabajado en composiciones completamente distintas por ejemplo para «E.C.O» una obra de Magdalena Isaacson, sobre la memoria de los objetos durante el estallido social. En aquella oportunidad trabajé en mi versión sobre lacrimógenas, neumáticos quemados y caos. Los puntos de partida son muy diversos y tienen en común generar cápsulas en el tiempo, viajes aromáticos a veces hacia atrás en la memoria, otras hacia el futuro, me pregunto ¿qué quiero sentir durante los próximos años?
RM: El olfato tiene un vínculo poderoso con la memoria y las emociones. En tus «Catas de Aroma», ¿cómo guías a los participantes para que exploren sus propias historias a través de los aromas?
PE: Este es el espacio que más me fascina, poder observar la respuesta de las personas al sentir un olor. Es un acompañamiento delicado, un desafío para mi atención. Comienzo compartiendo una estructura muy concreta de materiales olfativos, invito a las personas a detenerse a contemplar el olor. Yo a la vez me detengo a observar y escuchar la respuesta a este estímulo, guiando sutilmente, vamos descubriendo esas capas de historia íntima, ese enorme registro tan particular e inexplorado de cada uno. Si la persona es receptiva y expresiva, podemos indagar en su biografía aromática y todo se torna bastante único.
El olfato es un mundo inexplorado, no me refiero a la industria y tampoco a la ciencia. Me refiero a las personas, que rara vez han tomado un par de horas exclusivamente para oler. Me dedico a esta experiencia hace un poco más de diez años, acompañando a personas a oler, es bello abrir esa posibilidad, también ver cómo las generaciones jóvenes están más interesadas en explorar su olfato, hay menos bloqueos conceptuales, y bueno, cada sesión es diferente, porque el viaje lo construimos juntos y concluye en el diseño de un aroma único y cargado de sentido para ellos.
Conoce más del trabajo de Paloma en su sitio web Perfumería Botánica y su Instagram @perfumeriabotanica