RioLab Ceramics: Oficio y tecnología para crear objetos únicos
En el estudio RioLab Ceramics convergen varios afluentes, el diseño industrial y el arte escultórico; la búsqueda de la función y también la experiencia estética y sensorial de los objetos; la tecnología digital de la impresión 3D y el proceso manual del oficio cerámico.
Fundado en 2021 por la diseñadora Paulina Moreno, RioLab nació como una alternativa dentro de una búsqueda por volver a la materia, a través de la cerámica, luego de estar trabajando un buen tiempo explorando el rubro digital, ofreciendo servicios de impresión 3D. De forma natural, Paulina comenzó a combinar estos dos enfoques, la tecnología digital con procesos “más intuitivos y artesanales”, dice. Para ella RioLab es un espacio de creación que se mueve en esa intersección de disciplinas y técnicas, donde diseña y produce, “piezas funcionales con un lenguaje propio, buscando siempre ese equilibrio entre lo técnico, lo estético y lo cotidiano”.
Al utilizar la impresión 3D para desarrollar prototipos y fabricar sus propios moldes, logra explorar nuevas formas y posibilidades estructurales para los objetos que diseña y que termina de trabajar e intervenir manualmente a través de la porcelana. Es en esa parte del proceso donde agrega detalles que hacen cada pieza única; combinación de texturas y acabados, estudiados juegos de colores a través de esmaltes y la incorporación de piezas de Terrazo trabajadas por ella en porcelana, y terminaciones propias del trabajo con porcelana, donde también hay lugar para lo inesperado. Una combinación que le dio su sello a su primera colección: Terrazo, en la que desarrolló objetos utilitarios como tazas de café, platos, jaboneras, candelabros, con una paleta de colores que se expande constantemente.
Actualmente Paulina está radicada en Londres donde RioLab ha comenzado a vivir otra etapa, participando en ferias de la escena cerámica y de diseño local, trabajando en un nuevo estudio y lanzando su nueva colección: Dune, inspirada en los paisajes de Iquique, la ciudad donde creció. Una línea más escultórica, más experimental, en relación a las texturas, formas y el esmaltado, lo que la llevó a ser seleccionada para exhibir sus floreros en la Semana del Diseño de Milán 2025. Allí participó en la sección Isola Design, que exhibe objetos hechos a mano y coleccionables, que cuentan una historia y se relacionan con el background de cada diseñador. Además, hoy algunas de sus piezas están en la Galería Cambridge Contemporary Crafts, en tiendas de diseño independiente y acaba de lanzar su nuevo sitio web www.riolabceramics.com con su tienda online y envío internacional.
Acá te dejamos nuestra conversación con Paulina Moreno sobre los procesos creativos que hay detrás de sus creaciones y sus planes para RioLab Ceramics.
RM: La experimentación con la tecnología es uno de tus sellos, ¿cómo ha evolucionado a través del tiempo?
PM: La experimentación ha sido parte importante de mi trabajo desde el comienzo. La impresión 3D, en particular, se ha convertido en una herramienta muy valiosa, sobre todo porque es más accesible en términos de espacio y costos dentro de un taller. Trabajar con cerámica implica contar con un espacio bien equipado: un horno, herramientas específicas para fabricar moldes… y la verdad es que no es fácil acceder a todo eso desde el inicio.
Por eso, mi enfoque ha sido profundizar tanto en el conocimiento de mis materiales como en el dominio de las herramientas digitales, especialmente la impresión 3D (por ahora). Más que abarcar muchas tecnologías distintas, prefiero especializarme en esa área y llevarla al máximo nivel, buscando siempre entregar la mejor calidad posible en mis piezas finales. Intento mantener un equilibrio entre lo artesanal y lo digital, y darle valor a una técnica que muchas veces se asocia a la producción masiva.
En mi colección Terrazzo, por ejemplo, mi motivación ha sido justamente destacar ese contraste: cada pieza tiene un carácter único e irrepetible gracias a la técnica que utilizo, donde ningún patrón es igual a otro. Eso hace que, aunque compartan forma y hayan sido hechas en molde, cada una tenga su propia identidad.
RM: Podría decirse que tu trabajo es una interpretación contemporánea del oficio de la cerámica, ¿qué te llama la atención de este oficio? y ¿cómo visualizas su desarrollo a futuro en este contexto de cultura post digital en que estamos viviendo?
PM: Lo que más me atrae de este oficio es la conexión directa con el material y el proceso. Es un trabajo que requiere tiempo, paciencia y práctica, y eso te obliga a ir más lento, a estar presente y a aprender a través del ensayo y error. Me gusta que, aunque muchas veces se parte de un molde o una técnica repetitiva, cada pieza termina teniendo algo único, ya sea por el color, la textura o pequeñas variaciones del proceso. Viniendo del diseño industrial, al principio me centraba más en la funcionalidad, pero con el tiempo comencé a explorar también el aspecto expresivo y sensorial. Actualmente, mi enfoque está en encontrar un balance entre lo técnico, lo artesanal y lo escultórico, sin dejar de lado la funcionalidad.
En este contexto post digital, donde todo es rápido, automático o digitalizado, creo que los oficios manuales como la cerámica toman una nueva relevancia. Hay algo muy valioso en hacer cosas con las manos, en entender cómo se construye un objeto desde cero. Al mismo tiempo, creo que las herramientas digitales, como la impresión 3D, pueden complementar muy bien ese trabajo más tradicional. En mi caso, uso la tecnología para diseñar y fabricar moldes, lo que me permite explorar nuevas formas sin dejar de trabajar con procesos manuales. No creo que lo digital venga a reemplazar lo artesanal, sino que puede abrir otras posibilidades. Me interesa seguir explorando ese cruce, buscando un equilibrio entre ambos mundos y desarrollando un lenguaje propio desde ahí.
RM: Tu última colección Dune va por una línea más escultórica, ¿nos podrías contar sobre su inspiración y cómo fue el proceso para desarrollarla? ¿Qué era lo que querías lograr en términos de diseño, estética, materialidad?
PM: La colección Dune se fue desarrollando antes de partir de Chile en el 2022. Soy del norte, de Iquique, donde el paisaje tiene una geografía única y uno se siente en otro planeta: una enorme duna en el medio de la ciudad, el cerro Dragón y el mar al lado.
Siempre me impresionó ese contraste tan fuerte y, con el tiempo, me obsesioné un poco con cómo la luz cambia y como dramatiza las texturas y superficies. El sol sobre la arena crea un ambiente único, con tonos que varían a lo largo del día. El viento también juega un papel importante, moldeando la arena y creando una variedad de texturas; vastos campos de dunas vistos desde lejos, patrones similares a huellas dactilares de cerca. En el desierto, se puede percibir una infinidad de tonos a medida que cambia la luz; los naranjas y marrones predominan durante el día, mientras que los morados van apareciendo al caer el sol sobre el Pacífico.
Con esta colección, mi idea es invitar al tacto, transmitir una sensación de fluidez y movimiento. Las sombras que se proyectan sobre la superficie de cada pieza refuerzan este concepto, creando una oportunidad para conectar con quienes se acercan, invitándolos a experimentar y apreciar los materiales con los que cada pieza está hecha.
RM: Cuéntanos sobre tu experiencia participando en la Semana del Diseño de Milán.
PM: Participar en la Semana del Diseño de Milán fue una experiencia súper enriquecedora. Es una semana con muchísima energía, donde los eventos y exposiciones de algunos de los diseñadores más reconocidos están repartidos por toda la ciudad, y poder estar ahí presentando mi trabajo fue algo muy especial. Me permitió conectar con otros diseñadores, compartir lo que hago con personas de distintas partes del mundo —incluyendo Latinoamérica— y experimentar lo que significa formar parte de un evento de una escala mucho mayor.
El evento en el que participé, Isola, tiene una mezcla muy interesante de cerámica, mobiliario, iluminación y experimentación con materiales. Está enfocado en diseñadores emergentes, lo que crea un contexto muy favorable para mostrar tu trabajo por primera vez dentro de un entorno internacional. Además, cada día me daba un rato para escaparme y visitar otras exposiciones, especialmente de diseñadores italianos que admiro muchísimo. Fue muy inspirador, no solo por la calidad de las piezas, sino también por la curaduría de los espacios. Hay una narrativa muy bien pensada en cada muestra, que te invita a reflexionar sobre cómo presentar tu propio trabajo y cómo generar una experiencia a través de él.
Sin duda, estar en un evento como este me motiva a seguir buscando nuevas oportunidades en el futuro. Regresé con muchas ideas y con ganas de seguir explorando nuevas experiencias. Estar allí me permitió ver el diseño desde diferentes perspectivas, aprender de otros procesos creativos y ampliar mi visión sobre cómo seguir experimentando y evolucionando.
RM: Por último, ¿qué se viene para RioLab? ¿Cuáles son tus proyectos a futuro?
PM: Este año tengo algunos eventos programados que iré compartiendo poco a poco. En julio, participaré en una exposición en la Hepworth Gallery, un espacio que reúne exclusivamente a ceramistas locales del Reino Unido, lo cual me tiene muy emocionada. Mi objetivo para este año es hacer más conocido a Riolab de dos maneras: estar más presente en exhibiciones físicas, para que más personas puedan conocer mi trabajo y conecten directamente conmigo, y también aumentar mi presencia en galerías y tiendas.
Estoy trabajando en nuevas piezas para ambas colecciones, lo que me da la flexibilidad de presentarlas en diferentes tipos de eventos, galerías y tiendas. Además, están surgiendo oportunidades para vender en algunas tiendas y galerías del Reino Unido, especialmente en Londres, lo que me permitirá llegar a más personas.
Mi objetivo es crecer no solo vendiendo piezas de manera individual, sino también buscando nuevas oportunidades con clientes como cafeterías y hoteles. Quiero seguir desarrollándome como diseñadora y como RioLab, mi estudio de diseño. Estoy en la búsqueda de nuevos espacios para mostrar mi trabajo y de maneras más cercanas de conectar con la gente, colaborar con otros creativos y seguir aprendiendo.